Desde hace tiempo, reducir las emisiones del CO2 forma parte de la agenda de empresas de todas las industrias y todos los tamaños. Las consecuencias del cambio climático son más que evidentes y los gobiernos y ciudadanos demandan a estas marcas que aporten su granito de arena. 

La Generación Z lleva la voz cantante a la hora de elegir marcas sostenibles, y los zeta no se dejan despistar por corrientes como el greenwashing. Ellos son los próximos clientes de las aseguradoras de motor y hogar: para estar a su altura, las aseguradoras tienen que reducir sus emisiones de verdad, y demostrar sus resultados con números y transparencia.

La respuesta para lograrlo podría estar en la Inteligencia Artificial. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo.

Reducir trayectos, reducir emisiones

El transporte y los desplazamientos son una de las principales fuentes de emisión de CO2 de muchas industrias. La industria de la mensajería lleva tiempo trabajando para, gracias a la tecnología, optimizar sus rutas y así reducir sus trayectos.

Este es también una de las mayores fuentes de CO2 para las aseguradoras de motor y hogar. Veamos casos concretos.

Siniestro de motor

En el caso de un siniestro de motor, en muchas ocasiones y siempre que los daños personales y materiales no sean graves, el perito se desplaza al lugar del accidente para estimar los daños. Esto ocurre por ejemplo en Ciudad de México, donde el tráfico propicia trayectos de larga duración.

En otras ocasiones, el asegurado acude al taller para el peritaje de su vehículo y puede tener que acudir a más de un taller. Esto genera constantemente traslados que podrían ser evitados.

Siniestros de hogar

Quizá sea en siniestros de hogar donde todo esto cobra mayor relevancia. Cuando un asegurado detecta, por ejemplo, una humedad en la pared, diferentes profesionales suelen desplazarse hasta la vivienda. En muchas ocasiones, al no conocerse bien la causa de los daños, el profesional que se traslada no es el adecuado. 

Si pudiéramos conocer de forma remota el origen y la gravedad del daño, evitaríamos todos estos traslados y sus consecuentes emisiones de CO2. ¿Cómo podemos conseguirlo?

Inteligencia Visual, la IA que reduce las emisiones de CO2

La respuesta es la Inteligencia Visual. Se trata de un tipo concreto de inteligencia artificial que permite el análisis de evidencia visual como imágenes o videos.

Gracias a esta tecnología, cuando el asegurado tiene un accidente, puede hacer fotos a su vehículo que la aseguradora recibe mediante un proceso fluído; la Inteligencia Visual analiza los daños del vehículo e indica a la aseguradora la gravedad, las piezas dañadas y un estimado del coste de la reparación, entre otros muchos datos. El resultado: tanto el perito como el asegurado se ahorran traslados innecesarios.

Esta tecnología, desarrollada por Bdeo, también hace su magia en casos de siniestros en el hogar. Si el asegurado tiene una humedad, puede enviar fotos y otros datos cómodamente desde su smartphone y en cuestiíon de minutos; la Inteligencia Visual analiza el daño y ofrece un estimado de la causa del mismo. El resultado: el único traslado que ocurrirá al hogar es el del profesional indicado para esa reparación.

Este es el beneficio medioambiental de la Inteligencia Visual, una tecnología que ha llegado para transformar el sector asegurador. Si quieres conocer más, puedes solicitar una demo en https://bdeo.io/demo/.